4 dic 2011

LAMENTABLE FINAL

Una vez consumada la derrota de River, jugadores, árbitros, auxiliares y policías protagonizaron un episodio patético, que incluyó golpes e insultos al por mayor y que se trasladó desde la cancha hasta los vestuarios. Si los de adentro no dan el ejemplo...

La tarde en la cancha de Huracán de Corrientes arrancó mal desde un principio. Antes de que empezara el partido, Chichizola recibió un piedrazo desde la tribuna local que impactó en su espalda. Y a los pocos minutos de juego, el árbitro Alejandro Toia tuvo que frenar el encuentro por otro proyectil que cayó sobre el área millonaria. Pero una vez que Sessa, el capitán de Boca Unidos, le pidió a su público que "por favor" terminara de arrojar piedras, el partido pudo continuar en paz.

Al menos hasta los 43 minutos del segundo tiempo, cuando Ríos se cruzó con Benítez y Paredes. De esa infracción del delantero de River, surgió el primer tumulto entre los jugadores, además del tiro libre y el gol agónico de Boca. Lo que generó que los últimos minutos del partido se vivieran con las pulsaciones a mil. Unos desbordaban de alegría; y los otros, de bronca.

Entonces, cuando Toia pitó el final, varios auxiliares y particulares que se encontraban en el banco de suplentes local invadieron el campo de juego para festejar. Algunos de ellos, lo hicieron más de lo debido y en seguida nomás despertaron la bronca del plantel de River. Cirigliano increpó a Benítez, Ferrero tomó del cuello a un auxiliar y... chau fiesta en Corrientes.

Es que lo que vino después fue un verdadero escándalo. Insultos, empujones, patadas y golpes desde atrás enmarcaron la salida de River del campo de juego, sin siquiera poder despedirse de esos 4.000 hinchas que esperaron 15 años para ver a La Banda. Y como si ello no hubiera sido suficiente, el que se sacó después fue el mismísimo Toia: el árbitro enloqueció cuando un auxiliar correntino le recriminó el haber permitido el ingreso de tanta gente al campo de juego. Entonces, el juez -enfurecido- lo buscó e increpó por toda la zona de vestuarios. Ni los policías pudieron frenarlo. Un papelón.

Toia y una agresión para repudiar
En medio de su locura, el árbitro tuvo un exabrupto con un periodista de La Página Millonaria, al que le terminó revoleando uno de sus equipos de trabajo. Desde aquí, entendemos que Toia no estaba en sus cabales y seguramente ni pensó lo que hizo, aunque el árbitro debería ser el primero en dar el ejemplo y el último en perder los estribos.
River Plate
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1 comentario:

jose dijo...

Al que agarraron del cuello no es un auxiliar,es el hijo (menor)de julio romero que se burlo de los jugadores de river cuando nada tenia que hacer en el campo de juego