Apurados
por una luz mortecina que daba su reflejo rojizo y tenue a través de
los visillos de una ventana de rejas negras muy artesanal, en aquellos
años de 1922, un 10 de agosto, conversaban los muchachos del barrio del
Mercado, vestidos a la usanza de entonces, pantalones cortos a media
pierna, gorras encajadas hasta las orejas por el frío reinante, en
aquella famosa noche del alumbramiento… Estaban recostados sobre la casa
que ocupaba la Unión Ferroviaria (Ex casa Imaz, Mendieta y Córdoba).
Sus edades oscilaban entre los 13 y 17 años, el tema era el fútbol
apasionante deporte que afectaba a la juventud de aquella época y
también la charla se desviaba hacia el trabajo del ferrocarril,
mesclando las alternativas de los días con anécdotas referidas a la
labor diaria que la mayoría asistente, alternaba cotidianamente… Alguna
pasión interior se reflejaba en dulces añoranzas juveniles, donde el
recuerdo de unos ojos negros de una trenza retorcida y coqueta, había
calado hondamente al alma juvenil de esos amigos del barrio y compañeros
de aventura… así el “rengo” Mendoza, el “alemán” Jaureguiberry, el
“chato” Centurión y el “vincho” Jaureguiberry, se sinceraban en los
recuerdos y hacían tiempo hasta la hora de cena…
Comenzó a
madurar la idea de fundar un club. Hacer un equipo del barrio. Se
discutió sobre la lista de “buena fe” y la necesidad de presentar la
misma con los jugadores; pero se necesitaba el aval económico, necesario
para que sea efectiva. La cosa era el dinero, debía disponerse más o
menos de la exuberante suma de $10 ¡y quien los tenía!...
A los
muchachos los padres les daban más o menos así $1 por mes para gastos y
la cosa así se hacía difícil… en esas cavilaciones estaban cuando acertó
pasar por el lugar Carlos Español, otro gurí del barrio y les trasmitió
una noticia: “Luis Olivera tiene para vender una pelota de fútbol, un
asta bandera, tres pares de botines, un inflador y un pasatiento, pide
por todo $7”. Y agregó Carlos Español “eso si muchachos $7 al contado
rabioso…” hay que apurarse antes de que se enteren otros “Estas palabras
provocaron un impacto en el corazón de estos emprendedores muchachos y
la llama de la decisión ardió con calor incontenible en ellos”: “vamos a
fundar un club comprándole esas cosas a Luisito Olivera…” dice una voz
que el tiempo disipó en la bruma de lo inconmensurable.
El grupo,
se dio a la tarea de juntar los $7. Enseguida interesaron a Emilio
Arietti, a Alfredo Brouchi y Juancito Brouchi, con quienes obtuvieron la
suma precisada. Corrieron a la casa de Luis Olivera y concretaron el
“negocio del club”, el negocio del club lo llamaron porque él nació un
jueves 10 de agosto de 1922, en una semioscura esquina de barrio, con el
aliento de siete corazones, con una pelota, tres botines, un pasatiento
y asta bandera, Un Club Deportivo humilde pero basamentado en la
personalidad de una juventud que era una esperanza y tenía un destino…
¡Que se llame SAN LORENZO!!! Dijo el “alemán”
El
“vincho” le eligió los colores Negro y Amarillo, a rayas verticales y
al “alemán”, que era el dirigente respetado y honesto, se lo eligió
Capitán del Club.
Desde el inicio, la casa de doña Clara
Jaureguiberry, comenzó a ser la sede obligada de las reuniones. Allí se
organizaba el equipo a las órdenes del “alemán” y se tejían las
tácticas, planes, con argumentos en rueda futbolera. Todo fue diseñado y
trasmitido por el “alemán” un verdadero artífice quien había nacido con
una virtud innata en los elegidos se convirtió en la columna moral y
deportiva de San Lorenzo, sin discusión fue merecedor de un homenaje.
Inmediatamente
a la creación del club, formación del equipo en partidos de barrio, (no
había liga), surgió la primera comisión directiva que durante los años
1923 – 1925, estuvo integrada por: Presidente Ángel Idalgo, Secretario
Aníbal Jaureguiberry, Prosecretario Arsenio Brouchi, Tesorero Carlos
Español y Protesorero Juan Bacay.
San Lorenzo debutó en Primera División A un 25 de Mayo de 1924.
El
equipo ya templado y reconocidas virtudes en 1928 obtiene el primer
galardón deportivo de magnitud insospechada, se clasifica CAMPEÓN DE
CAMPEONES DE LA PROVINCIA. Con brillante trayectoria va sorteando
obstáculos uno tras otros y llega a la consagración definitiva del
título máximo.
Ese equipo Glorioso estuvo integrado así: A.
Jaureguiberry, Horacio Jaureguiberry y Pedrozo; Isabelino Centurión,
Wenceslao Alegre y Gregorio Sánchez; Higinio Frutos, Ramón Erca,
Fernando Suarez, Mazondo y C. Erca. Suplentes: Flores y Alfredo Alfonso.
El espaldarazo de ese triunfo los fueron preparando las noticias que
por telegrama enviaba Pujol desde Corrientes, cuando San Lorenzo iba
derribando adversarios. De esos se conocen dos. Uno fechado el 18 de
noviembre de 1928 San Lorenzo 3 Barracas 0 avisa a Simone y Bulin y
firmaba Pujol, el otro es el definitivo y su texto refleja la alegría y
emociona en el recuerdo: el 2 de diciembre de 1928 Somos Campeones de la
Provincia, Suarez 3 goles, Huracán 2. Viva Caseros, tres mil veces
viva, abrazos para todos Pujol.
En lo largo de su historia el club ha participado de campeonatos Provinciales y Regionales.
En
la actualidad se practican disciplinas varias, hace más de 10 años
inició "La Escuelita de Fútbol" creada por Fernando "Palito" Martinez,
en la actualidad la misma se encuentra a a cargo de Fabio Varela Ramos.
En 2012 volvió el básquet con la escuelita para niños y niñas a cargo de
Miguel Silva, como así el fútbol en sus categorías mayores: Primera
División, Sub 18 y Sub 15.